RELATO. Mi diario, por Lucifer el Angel Caido (2)

CAPITULO 2.
DOMINGO

Según un dicho popular, "cuando se aburre el Diablo, mata moscas con el rabo". Bueno, no seré yo quién diga lo contrario.
A veces creo que los mortales podéis amar, odiar, dormir, trabajar o follar, solo para matar el rato. Queréis llenar vuestra vida de experiencias por el simple hecho de que poseéis la facultad de aburriros.
¿Tienes la menor idea de lo que significa aburrirse, para alguien como yo ?

Esto me lleva a tu siguiente pregunta :
¿Por qué te cuento todo esto ? ¿Por qué expongo mis pensamientos al público ?
Es mas sencillo de lo que crees. Me gusta adoptar un cuerpo mortal para mi "trabajo", en realidad ansío todos los placeres carnales que poseéis. Pero cuando lo hago, también asimilo parte de vuestras debilidades, como por ejemplo el hastío.
Necesito llenar mis horas con alguna ocupación, así que hace poco decidí relatar parte de mis experiencias en un diario personal. Bueno, mi vanidad quizá también tenga algo que ver.
Me exaspera ver como algunas personas pueden creer en el "Gran Zopenco Celestial", pero por el contrario me ignoran completamente. ¡Llegan a afirmar que nunca he existido !
Lamento y pido disculpas, por si mi prosa parece algo rebuscada o extraña, pero a estas alturas no puedo cambiar de forma de ser, y mucho menos mi percepción o forma de describir mi entorno.
Entorno que, por cierto, resulta bastante sencillo.

En mi pequeño ático con vistas a la Gran Vía de Madrid, poseo grandes comodidades, pero con poco lujo, aunque (como ya supondréis) el dinero nunca fue problema para mi.
A decir verdad, el elemento mas caro y elitista que adquirí es mi equipo de música. Adoro mirar al infinito mientras el sonido de Obús, o ACDC inundan mi mente.
Un utilitario cubierto de adhesivos horteras quema el asfalto, atronando a los peatones con una conocida pieza de "Bakalao". ¿Que puede tener de atractivo una pieza musical totalmente rítmica ? Prefiero el caótico sonido gimiente del metal. Brian May me dijo una vez : "Todos formamos parte del universo, el universo es caos en estado puro. El Rock representa el caos acústico, así pues, el Rock forma parte de todos nosotros."
Brian, viejo amigo, guardaré tu Alma entre mis preferidas, junto con la de Fredy.

Me vuelvo hacia la mesa de cristal que ocupa el centro de la habitación.
Reviso por enésima vez las primeras hojas del diario, y me convenzo a mi mismo de que sirve para algo. Quizá sea un buen apoyo para mi caprichosa memoria, pero podría ser perfecto si recogiera mi principio. Miro de nuevo a la calle, y mucho mas allá.
Después de unos momentos, comienzo a escribir lenta, y ceremoniosamente :

En el principio, Dios creó el cielo y la tierra...

Vaya... que poco original. Creo que no es así como debo relatarlo.
Si este diario recogerá mis experiencias, no debo contar el principio desde su punto de vista, si no desde el mío.


En el principio, mi jefe creó un todo a partir de la nada. Un mundo formado principalmente por energía pura, luz y todos los sentimientos y pasiones conocidas.
Y mi jefe pensó que eso era bueno (solo un punto de vista).

Al crear un lugar material, también creó el fluir temporal, y cuando empezó a pasar el tiempo, tomó conciencia de su soledad.
Creó las primeras formas de vida, por el deseo egoísta de no estar solo. Tomó pequeñas porciones del alma del mundo recién creado, y de ellas nacieron los primeros arcángeles.
Nuestro "padre" distó mucho de ser un modelo ejemplar para nosotros, pues no nos educó en ningún sentido. Mis hermanos y yo aprendimos solos los secretos del universo, las pasiones del corazón y los límites casi inexistentes de nuestros poderes.

Como primeros pobladores del mundo, disfrutábamos de los dones de la vida sin oposición (Puede decirse que fuimos niños malcriados.), y unos milenios mas tarde empezamos a sentir un deseo indefinido : Emular a nuestro creador.
Decidimos poblar el mundo con descendientes nuestros, y jugamos a ser dioses.
Dividíamos el alma del planeta en diminutos fragmentos y con ellos hicimos ángeles menos poderosos que nosotros. Creamos nuestras legiones.

Mientras mis hermanos adoptaron una visión fascista de la creación, dando a luz a seres sin mente propia y totalmente serviles a su Arcángel superior, yo adopté unos modos mucho mas personales.
Mis hijos poseían un alma modificada, mas compleja y por lo tanto única, que les procuraba unos dones muy valiosos : Imaginación, marcadas pasiones, y sobretodo... el libre albedrío.

Los demás Arcángeles comenzaron a mirar a mis pequeños con desconfianza y recelo. Estaba muy claro para mi.
Pueden llamarlo como quieran, yo lo llamo envidia. Decidieron que tales criaturas no debían existir, y enviaron a sus soldados sin mente a exterminar a mi prole.

Las guerras angélicas duraron millones de años. Un tiempo oscuro de masacres y atrocidades sin parangón que cada noche torturan mis sueños. Y cada vez que un ángel moría, tomábamos una nueva parte del alma mundial para renovar nuestros ejércitos. Y el mundo comenzó a degenerar a imagen y semejanza de su alma, estábamos cerca de nuestro propio y personal Apocalipsis.
Mientas que los soldados de mis hermanos luchaban por orden de sus creadores, mis legiones combatían por su supervivencia. Y gracias a la fuerza nacida de la desesperación comenzaron a ganar mas y mas batallas. Yo había vencido.

La última lucha estaba cada vez mas cerca, y sobre un océano de sangre angélica, mis retoños mas leales comenzaron a asediar a mis odiados hermanos.
Justo cuando la suerte comenzaba a sonreírme, y me preparaba para recibir mi herencia, apareció nuestro padre.

El gran Super-Poderoso-Yo-Lo-Puedo-Todo paró en seco nuestras hostilidades, y sin un mísero asomo de piedad, redujo a cenizas a nuestros hijos. Mis pobres niños, seres cuya única culpa fue existir.
¿Que sentí en ese momento ? Miedo, asombro, pánico, odio, ira ...
Lo entenderéis mejor si os digo que cada día lloro por mi familia perdida, mi autentica familia.
El castigo que nos tenía reservado a los Arcángeles no fue mas misericordioso : Nos despojó de nuestra forma corpórea, y nos exilió de nuestro mundo, nuestro hogar durante tanto tiempo.
Después nos ofreció la "redención".

- Podéis servir a vuestro padre, y ocupar un lugar a mi diestra- Dijo
lastimosamente. - O por el contrario, podéis aceptar el castigo que en realidad os merecéis -

Mi respuesta no pudo ser mas rotunda :

- Tu que has matado con indiferencia a los que yo cree con amor. Tu que nunca nos diste educación ni amor paterno. ¿Como osas aparecer ahora ante nosotros y pretender que te amemos como hijos ? ¡Te odio, y jamás te serviré de ninguna manera ! - Le dije con mis ojos aún llenos de lágrimas.

- Lucifer, mi luz mas bella- Respondió. - Si repudias el lugar que te ofrezco, si rechazas tu sitio entre los tuyos, que así sea.-

En un cegador y doloroso instante recorrí el camino a los planos superiores de existencia, y miré a mi padre cara a cara. Con su celestial rostro marcado por el dolor y la pena me dijo :

- Serás exiliado en el mundo que tanto amas, despojado de tus privilegios y poderes durante 666 milenios para que recapacites sobre tus actos y tus palabras -

Después caí, no creo que exista una definición mas exacta, caí.
Descendí rápidamente todos los niveles de la realidad, hacia el punto central de la creación, y allí, en un mundo ahora solitario como los salones de la muerte, lloré durante largo tiempo, y me envolví en el frío manto del odio.

No tengo fuerzas para continuar. Las lágrimas color sangre me impiden ver mi propia letra, y mi mente se encuentra llena de rostros, los rostros de mis hijos.

Cuando reacciono y miro a la calle, me doy cuenta de que fuera empieza a oscurecer. Creo que necesito hacer un pequeño viaje, y... ¿Por que no ? También necesito un buen trago. Algo fuerte para ahogar mi conciencia