ROL. Un tecno-mercenario en la corte de Melniboné II. (La caída del Lobo Blanco).

Llegó de un mundo lejano y extraño...
Libró a los reinos jóvenes de una oscura maldición...
...pero la maldición de Night City no hizo mas que comenzar.



Tras la fallida misión de la torre I.A.E. , y sufrir en nuestras carnes un mareante viaje inter-dimensional... ...comenzó nuestra adaptación en los reinos jóvenes.
Una adaptación lenta y desagradable. Por desgracia, nuestros personajes no cambiaron con el mundo que nos rodeaba.
La mayoría de nuestras habilidades se mostraron inútiles en este nuevo escenario. Mi amigo el Netrunner fue el mayor exponente de esta nueva situación. ¿Como puede sobrevivir un mago de la informática y la tecnología, en un lugar cuyo mayor adelanto mecánico es LA POLEA ?
Por desgracia no lo consiguió...

El pobre falleció en nuestra primera escaramuza.
Sin dinero, y sin armas apropiadas, teníamos que sobrevivir. Tras unos primeros atracos de poca monta, intentamos atacar un carruaje forrado de sedas que cruzaba un camino solitario.
Rápidamente, hicimos un recuento de nuestras armas :

1 Fusil de plasma "Minami-Tech" (Reservado para ocasiones especiales, y esta no era una de ellas).
1 Sub-Fusil Arasaka Minami con 5 cargadores.
2 Recortadas con 5 cartuchos.
1 granada de fragmentación.
1 Monokatana Tendai de fibra de Carbono. (Ligera y bonita).
2 Puñales de mango amartillado.

Decidimos gastar las menores balas posibles, y atacamos de manera casi suicida.
Tras reventar el pecho a dos jinetes que protegían al carruaje, nos llevamos una desagradable sorpresa :
El carruaje transportaba a un mago de las Ciudades Púrpuras (¡MIERDA !).
Mientras un rayo místico freia al Netrunner, yo gasté casi toda mi munición en cargarme al maldito mago. Todo para conseguir unas pocas joyas, y unos instrumentos mágicos que no me servían de nada (Patético).

Pero como dice el refrán... ¡ El Master aprieta, pero no ahoga !
Una semana mas tarde, conseguí ser aceptado por un grupo de mercenarios del reino Argimiliar (Una excusa perfecta, para que el Master incluyera mas Personajes Jugadores en la aventura. )
Fue una alianza perfecta.
El conocimiento del entorno que poseían mis nuevos amigos, junto con mis tácticas de combate aprendidas en las guerras corporativas, nos convirtió en los guerreros mas preciados de esa época.

Tras unos cuantos meses gozando de las aventuras de este extraño reino, conseguí un variado arsenal de espadas y cuchillos (Se me daba bien el arma blanca), pero gasté casi todo mi arsenal futurista. Tan solo conservé mi Fusil de Plasma.
Un arma muy útil para enfrentarme al Apocalipsis que nos sorprendería...

Tras la destrucción y saqueo de Ymrryr, los arpios magos de Pang-Tang y las Ciudades Púrpuras, intentaron doblegar e invadir algunos reinos adyacentes.
Encabezados por un tal Teleb-Kaarna, los ejércitos mágicos sembraban el terror a su paso... ...pero alguien no pensaba permitirlo.

Varias naciones, contrataron a los mejores soldados y mercenarios de la zona. Entre ellos estaba nuestro grupo, y al frente de todos nosotros... ...Elric el Asesino de Mujeres.

Tardaría muchas páginas en relatar todos los asaltos navales, y los asedios a ciudades... ...todas las matanzas sin sentido que llegamos a protagonizar.
Basté decir, que yo y mis compañeros fuimos muy apreciados por nuestro "General".
En pocas semanas asediamos a Teleb-Kaarna en una maltrecha fortaleza. La batalla tocaba a su fin.

Tras matar al Artero Mago, Elric se llevó una desagradable sorpresa...
El Archiduque del caos Balazifaar era el cerebro de todas las operaciones de Kaarna.
Fuimos transportados por el señor oscuro a los reinos del Caos, junto con Elric. Una extraordinaria batalla tuvo lugar a continuación...
La espada mágica de Elric, no absorbió la vida y energía del Archiduque, con lo que el albino se quedó sin fuerzas... ...y nos pidió ayuda a sus "Amados compañeros".

Yo le presté ayuda... ...a mi manera. Terminé con su desagradable existencia.
Creí que ese era un momento especial, el momento de desempolvar mi fusil de Plasma. Reventé su cabeza élfica de una sola descarga.
Nunca me gustaron los Melniboneses...

Después de eso, no pude apartar la vista de su espada.
Parecía hablarme...
Parecía CANTARME, y seducirme con su maliciosa voz.
En el momento de tomarla, pasó algo extraño : Sentí como mi cuerpo y mi mente se dividían en un millar de existencias diferentes.
Erekose, Corum, Elric, Hahkmoon, Cornelius, Urlic Skarsol... ...yo era todos ellos, y todos ellos fueron parte de mi durante los minutos siguientes.
Al borde de la locura, y gritando como un lunático, me desvanecí en un suelo que tomaba diferentes formas y apariencias.

Me despertaron mis compañeros de aventuras.
Noté preocupación en la voz de unos, y miedo en la de otros... ...según decían, cuando cogí la negra hoja el mundo del Caos comenzó a enloquecer... ...y tomó una extraña forma. No sabían donde estabamos.
Poco a poco empecé a pensar con claridad.
La espada Tormentosa descansaba en una funda de cuero negro sobre mi cadera, y el lugar... ...lo reconocí al instante : ¡¡¡El callejón trasero del "Inferno" ! ! ! Uno de los locales mas elitistas de Night City... ...en mi mundo... ...de regreso al juego CIBERPUNK.

Si bien mis compañeros "gozaron" de una inadaptación similar a la que sufrí yo un año antes (¿Tanto tiempo pasó ?)... ...yo tenia mis propios problemas.
La Tormentosa me permitió llevar mis habilidades mas allá de cualquier estadio mortal... ...y destrozó la poca vida personal que conservaba.

Los duques del Caos empezaron a tomar una presencia mas "real" en mi mundo futurista, y pretendían que yo fuera su instrumento.
¿Lograré escapar alguna vez a su control ?
¿Lograré volver a ser "normal", y a poder llevar una vida mas simple ?

Creo que nunca lo sabré .
Tras jugar unas cuantas sesiones mas, perdimos al Master. Una mudanza a otra provincia destrozó nuestro grupo de juego.
Basté decir, que ninguno de nosotros nos atrevimos a tomar las riendas de esa historia.
No quisimos profanar la creación mas genial de esa persona.



Con el tiempo, jugué partidas interesantes, épicas, divertidas y algunas (pocas) desastrosas... ...pero siempre guardaré un buen recuerdo de la aventura que titulamos : UN TECNO-MERCENARIO EN LA CORTE DE MELNIBONÉ.




Con esperanza de entretener : Oscar "Volky" Cirac Molina.